Queremos garantizar el acceso a un trabajo digno y de calidad.
A lo largo de este año, YMCA apoyará a 185 personas de origen migrante para favorecer su participación en la sociedad de acogida. Esta iniciativa, bautizada como Ympulsa, utiliza el empleo como herramienta para conseguir este objetivo.
En el marco del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, que se conmemora el 21 de mayo, se fomenta el apoyo a la diversidad con gestos reales en el día a día. En este caso: el acceso a un trabajo digno y de calidad.
El desempleo, la precariedad y la inestabilidad, se han convertido en barreras, agravadas por la Covid-19, para la integración en sociedad de las personas más vulnerables. Entre ellas, las personas migrantes están más expuestas al no tener, en muchos casos, redes familiares o de apoyo en nuestro país.
Para contrarrestarlo, el programa Ympulsa, que se viene desarrollando desde enero de 2020 en nuestros centros de Barcelona y Málaga, y este año también en Valencia, ofrece un itinerario individual y personalizado a los/as participantes para el acceso al empleo. En estas provincias se localiza el 23% de la población extracomunitaria de España (fuente: INE, dato de julio de 2020).
“Ympulsa es una herramienta para la integración de las personas migrantes a través del empleo. Frente a las barreras que suelen tener que superar, les ayudamos con itinerarios especializados y formaciones para que puedan alcanzar un trabajo digno y estable”. Flavia Álvarez Fernández, técnica Programa Ympulsa.
De inicio, en el programa se realizan entrevistas con ellos/as para elaborar un diagnóstico sociolaboral. Tras esto, se traza un plan de acción con orientación, formación (alfabetización digital, auxiliar de supermercado, manipulación de alimentos, etc.) y apoyo en la búsqueda de empleo.
Por último, el equipo de YMCA desarrolla una intermediación con las empresas para que valoren la contratación de los participantes. De esta manera el empresario/a se involucra en la lucha por derribar los estereotipos xenófobos y en mejorar el “entendimiento y la cooperación entre las gentes de diferentes culturas”, como recoge la declaración de las Naciones Unidas para el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo.
No debemos olvidar que la epidemia de la Covid-19 supone una nueva crisis para el mercado laboral que amenaza, de manera más severa, a las personas migrantes. La tasa de paro entre aquellos nacidos fuera de la Unión Europea se sitúa, en Cataluña en el 27%, en Andalucía en el 29% y en la Comunitat Valenciana en el 33%, en el primer trimestre de 2021. En cambio, entre las personas con nacionalidad española, es del 10% (fuente: INE).
En consecuencia, el 54% de la población extranjera está en riesgo de pobreza o de exclusión social (según los datos del Informe Arope 2020). A la ecuación de la desigualdad se añade un factor más que esta crisis ha puesto sobre la mesa: la brecha digital.
Según el análisis del INE (abril de 2020), el 42% de las familias que ingresan menos de 900 euros al mes no dispone de ordenador propio. Esto implica que, al menos, 1.132.037 familias, muchas de ellas de origen migrante, no tienen garantizado el acceso a internet y el uso de herramientas telemáticas.
Desde el inicio del programa, el año pasado, hasta el final del presente, queremos haber ayudado a 305 personas a mejorar su empleabilidad y sus oportunidades laborales.
El proyecto “Ympulsa: Itinerarios individualizados de inserción sociolaboral de personas inmigrantes” se desarrolla en Barcelona, Málaga y Valencia. Entre los tres centros, nuestro objetivo es atender a 185 personas migrantes en 2021.
Esta iniciativa está financiada por la Dirección General de Inclusión y Atención Humanitaria y el Fondo Social Europeo. Más información del programa aquí.
