«A nosotros nos gusta llamarlo ‘ruido de campamento’: risas, canciones, charlas y diversión».
Los niños, niñas y jóvenes participantes de los centros de Madrid, Getafe y Leganés tienen la oportunidad de disfrutar de un campamento de verano residencial en nuestras instalaciones de YMCA Camp Priego durante 14 días, en el marco de los programas de YMCA que son posibles gracias a la financiación del proyecto ProInfancia de la Fundación “la Caixa”.
Vamos ya por el tercer turno de este campamento, que venimos realizando desde el 26 de julio y que finalizaremos el último el 3 de septiembre. Esta actividad tiene como objetivos procurar la plena integración de los y las participantes en un grupo y espacio no habituales, así como fomentar la adquisición de habilidades y capacidades de cada uno. Además, no olvidamos la diversión y el disfrute de las actividades en libertad y con respeto, a la vez que se interiorizan normas de convivencia basadas en valores universales.
“Llevo varios años viniendo de campamento con YMCA y cada año aprendo algo nuevo. Es una experiencia para vivir y repetir”. Jean Pierre, participante.
Durante las dos semanas que dura cada turno del campamento, los diferentes grupos (divididos por edades) disfrutan de muchas actividades durante todo el día: comenzando con un ratito de refuerzo educativo de cara a comenzar el curso escolar con conceptos frescos y motivación para el aprendizaje, pero continuando con talleres, actividades deportivas, piscina, juegos internacionales (nuestros ya conocidos juegos americanos), bailes y canciones. Acaban el día con la actividad favorita, las veladas o juegos nocturnos.
Son días en los que los y las menores aprenden a convivir con personas a las que no conocían, fuera de sus casas y sin sus familias. De esta forma hacen nuevos amigos y mejoran su desarrollo y autonomía teniendo que hacerse responsables de sus cosas, asumiendo pequeñas tareas.
“No conocía a mi grupo de convivencia, pero son muy majas y me hacen sentir a gusto y cómoda con ellas. Además, las monitoras se preocupan mucho, nos cuidan y hacen reír. Son como nuestra familia aquí”. Lizeth, participante.
Además, aprenden e interiorizan valores, y todo esto les ayudarán a desarrollarse y crecer como personas (y esperamos que futuros líderes), pero, sobre todo, son días de mucho disfrute y diversión que se pasan volando, en un entorno inmejorable.
Es, sin duda, la actividad más esperada del año por ser la que deja más huella en los participantes. Estos niños, niñas y jóvenes disfrutan de una experiencia que para muchos de ellos no habría sido posible sin los programas de la entidad.
“También me gustaría destacar el trabajo que hace el equipo de monitores: ponen todas sus ganas y motivación para que todo salga bien, siempre trabajando con una sonrisa. Escuchan a sus grupos, los cuidan, juegan y se divierten con ellos. Al final forman una pequeña familia.” Tamara Ortega, directora del campamento.
Destacamos, además, que esta actividad se lleva a cabo con todas las medidas higiénico-sanitarias necesarias para la prevención de la COVID-19: uso de mascarilla en todo momento, salvo en comedor y piscina, desarrollo de actividades en grupos burbuja, uso de gel desinfectante o lavado de manos antes de cada actividad y tras finalizarla, desinfección de espacios, toma de temperatura diaria… Y los y las participantes cumplen con todos los protocolos de una forma ejemplar.