De este programa saldrán jóvenes que serán agentes de cambio en su entorno y ciudad.
En nuestros centros de la Comunidad de Madrid se lleva a cabo el programa Agentes contra la violencia de género, en el que participan jóvenes de Madrid, Getafe y Leganés.
Este programa tiene como objetivo facilitar un espacio de encuentro de jóvenes donde puedan establecer relaciones basadas en la tolerancia y el respeto para crear grupos con herramientas, valores y habilidades que puedan influir de forma positiva en su entorno.
Asimismo, se pretende ayudar al desarrollo del potencial de estos y estas jóvenes como agentes de cambio de los arquetipos de género, creando conciencia crítica sobre el problema de la violencia de género y capacitándolos como modelos para la infancia y la adolescencia.
La primera sesión formativa de este programa comenzó con la realización de un cuestionario inicial para valorar el conocimiento de los y las jóvenes en cuanto a conceptos básicos, su percepción ante situaciones de violencia de género, etc.
Las ideas principales que se han trabajado en esta sesión han sido: el cuidado de la autoestima como prevención de la violencia psicológica, la comunicación no verbal como canal de detección de esta violencia y el lenguaje inclusivo como herramienta contra la violencia psicológica.
El tema de la autoestima se ha trabajado a través de una dinámica de rolplaying en la que dos personas voluntarias no conocían el acuerdo del resto del grupo: a una de ellas se la animaría con fuerza para que consiguiera su propósito, encestar una bolita en una caja pequeña, y a la otra no se la desanimaría, pero tampoco se la alentaría. Este es el conocido efecto Pigmalion, en el que se reconoce la influencia que ejerce la creencia de una persona en el rendimiento de otra.
Tras la experiencia, la reflexión de los jóvenes ha llegado a la consecuente conclusión de que deben animar a las personas para que consigan e intenten lo que de verdad quieren y no lo que otras personas esperan de ellos o ellas.
“Me ha gustado mucho que hayamos reflexionado sobre la importancia de no obligar a nadie, para bien o para mal, a comunicarse. Y el intentar aprender a que la gente se sienta capaz de hacer lo que se proponga y no lo que lo demás quieren que haga”, Participante de la sesión.
La comunicación no verbal se ha trabajo analizando la postura de los y las compañeras durante la sesión, en ciertos momentos en los que se les pedía que no se movieran o que se colocaran como otras situaciones se han sentido (en clase con un profesor exigente, por ejemplo). Han sabido detectar los cambios de postura y expresión entre ellos y ellas y a aprender a leer esta comunicación no verbal en los y las demás.
Han encontrado muy enriquecedor el compartir sus interpretaciones y sentimientos con los y las compañeras.
Muchos y muchas de las participantes se han encontrado por primera vez en un espacio en la que todas las voces y opiniones eran importantes y válidas y que se pone la mirada de la juventud en el centro de las reflexiones.
A pesar de ser la primera sesión y con un grupo de jóvenes que no se conoce, han sido muy participativos. El grupo ha reflexionado sobre la importancia de acompañar a las personas para poder expresarse y dar la oportunidad a los demás de decir cómo se sienten.
Una de las promotoras, Almudena Antúnez, comenta que “los y las jóvenes de este grupo tienen mucho potencial para convertirse en agentes de cambio. Que 28 chicos y chicas aparezcan un sábado a las 10 de la mañana para participar en una formación dice mucho de sus ganas de cambiar esta realidad”.
Este programa de Agentes contra la violencia de género: Empoderamiento de la población juvenil para la detección y reducción de la violencia de género, en especial la violencia psicológica de control está financiado por la Comunidad de Madrid.
