¿Qué habilidades buscamos en la gente que contratamos?
Garantía es que una persona haya sido o sea monitor o monitora de campamentos, pues cuenta con unas habilidades clave para el mercado laboral. Hoy te traemos una lista de fortalezas que descubrirás si contratas a un monitor de campamento o si quieres incluirlas en tu currículo:
Un monitor de campamento….
Sabe trabajar en equipo. Un monitor de campamento ha tenido que formar parte un equipo de monitores, que en muchas ocasiones son de diferentes lugares o países. El aprendizaje cooperativo y la organización por proyectos es fundamental para la consecución de los objetivos y las actividades.
Es creativo. Lleva muchos años encontrando soluciones creativas a situaciones adversas. Ha tenido que improvisar canciones durante tormentas para distraer a los campers, inventarse un juego con una temática concreta que motive a 100 niños durante 15 días y es capaz de disfrazarse a primera hora de la mañana para despertar al campamento con una sonrisa.
Cuenta con una escala de valores. Está acostumbrado a programar y llevar a cabo actividades basadas en los valores de YMCA. Esto le genera la necesidad de creerse los proyectos de los que forma parte, y alinearlos con sus intereses y pasiones. La verdad, la justicia, la solidaridad o el respeto son parte de su día a día.
Sabe liderar y ser liderado. Tiene práctica en tomar decisiones y trabajar en varios proyectos a la vez. A veces le toca liderarlos y entonces lo hace con consenso, confianza, empatía y siendo consecuente con las decisiones que tomar. En otros proyectos es liderado por sus compañeros o el director de campamento, y entonces trabaja en equipo con respeto, fomentando el consenso y la cohesión.
Tiene empatía. Al igual que en la empresa, en un campamento conviven todo tipo de niños, niñas, jóvenes y monitores con diferentes edades, capacidades e intereses. La empatía juega un papel esencial para que la convivencia sea buena. Son capaces de entender sus necesidades y las de otros y gestionarlas simultáneamente.
Valora el esfuerzo. Muchas veces tiene que valerse por sí mismo y superarse incluso cuando pensaba que no le quedaban fuerzas para continuar y se esfuerza por conseguir aquello que se propone con una sonrisa.
Sabe ponerse objetivos y evaluarlos. Al trabajar en un equipo y varios proyectos, está acostumbrado a ponerse metas, personales y grupales, y después autoevaluarlas y recibir la evaluación de los demás. El feedback constructivo es, por tanto, una práctica que un monitor o monitora domina a la perfección cuando comienza su vida laboral.
Es una persona “con recursos”. Tiene experiencia en dinamizar reuniones, inventarse un juego para resolver un conflicto, hablar en público y aguantar muchas horas despierto por si le necesitan. Es dinámico, está acostumbrado a resolver problemas de diferente tamaño y forma.
Así que, si eres o has sido monitor de campamento te animamos a que lo pongas en tu CV y lo cuentes en tus entrevistas de trabajo.
Si por el contrario estás buscando talento, no olvides estas ventajas que te ofrece un monitor o monitora.
Y si todavía no eres monitor ¡a qué estás esperando!