Nuestras chicas Nour, Silvia y Ana han viajado a Oslo, Noruega, durante la primera semana de agosto para participar en la Global Week (Semana Global).
Se trata de un curso anual de liderazgo que organiza la Alianza Mundial de YMCA y en el que se reúnen jóvenes de todo el mundo. Este año, un total de 50 jóvenes líderes de 14 países diferentes han aprendido cómo pueden trabajar juntos para crear un mundo mejor.
En la Global Week se tratan cuestiones sociales como la justicia climática, la erradicación de la pobreza y la mejora del mundo que conocemos. En concreto, el tema a tratar este año en la Global Week ha sido la pobreza, bajo el lema “Stop Poverty”.
Aprender junto a jóvenes de más de 20 países de todo el mundo les ha permitido tener una visión más global e intercultural de las problemáticas mundiales. Nour nos cuenta que “nunca nos paramos a pensar que somos muchas personas en el mundo y que podemos compartir la misma visión y coincidir en las opiniones».
Gracias a la posibilidad de conocer a gente de diferentes lugares, han comprobado la cantidad de personas que están implicadas en la misma causa que ellas.
Les preguntamos cuál es el papel de los jóvenes en las temáticas mundiales, a lo que Silvia responde: “pensamos que a nivel oficial, el papel de los jóvenes queda en un segundo plano en cuanto a asuntos internacionales, pero extraoficialmente somos la primera potencia de cambio. Tenemos la fuerza y las ganas necesarias para participar en todo aquello que pueda llevar a mejorar la sociedad. Creemos en un mundo mejor”.
Para YMCA es esencial que, en el camino que recorremos junto a estos jóvenes, ellos se activen como personas socialmente responsables. Para nosotros son el motor del cambio y tienen todo el potencial y las ganas para transformar poco a poco nuestras ciudades y mejorar, con ello, toda la sociedad.
Lo que de verdad han aprendido es que, gracias a la visión global que les ha aportado la experiencia, han podido conocer qué sucede en cada país y de qué forma pueden los jóvenes implicarse y participar para contribuir al cambio que necesita el mundo.
Sin duda, ha sido para ellas tres una experiencia enriquecedora, «una gran oportunidad de conocer gente nueva y de poder aportar nuestro granito de arena en algo más grande”.