“No hay que preguntarse qué pueden aportarnos los jóvenes a la sociedad. Los jóvenes son el futuro de nuestra sociedad”.
Nacho tuvo su primer contacto con YMCA en 1989. Vio unos carteles en la universidad que le ofrecían una experiencia diferente como monitor de campamentos en EE.UU. y disfrutó de un verano estupendo. Tanto, que al volver decidió ayudar a otros jóvenes para que tuvieran experiencias similares. Y desde entonces hasta ahora aquí ha estado.
Nacho, miembro de nuestra Junta Directiva y presidente del Comité de Nominaciones de la Asamblea, participa también del Consejo Asesor de YMCA en Aragón. “Es otra forma de hacer voluntariado. Otra evolución más dentro de las posibilidades que tengo para involucrarme en la Asociación”.
Aunque en estos momentos Nacho ayuda en la gestión de YMCA, debido a su larga trayectoria en la asociación ha sido voluntario en numerosos programas, en los que se ha ido involucrando a la vez que crecía: “tengo la suerte de que en YMCA siempre he encontrado una nueva manera de poder seguir aportando mi granito de arena a este gran proyecto”. Nacho piensa que la labor que realizamos desde YMCA no sólo aporta a los usuarios de los programas, sino que transforma también la vida de los voluntarios que se involucran.
Tiene claro que las necesidades de los jóvenes actualmente, si tienen cubiertas las básicas, pasan por encontrar un entorno amigable en el que desarrollarse y que facilite la transición a la madurez. Los jóvenes tienen que aprender a ir asumiendo responsabilidades, confianza y seguridad en sí mismos. Desde YMCA además, les apoyamos en sus estudios, en el empleo y en su entorno, sin olvidarnos de la emancipación si fuese necesario.
Después de tantos años, “he visto que más allá de la canción que todo el mundo conoce, hay una institución con 175 años de historia, que ha sabido permanecer activa y crecer por todo el mundo, adaptándose a los tiempos y poniendo el foco en la infancia y la juventud”
¿Cómo ha cambiado YMCA tu vida?
Para Nacho no es una pregunta fácil de responder, ya que su vida siempre “ha estado entrelazada con YMCA desde hace casi 30 años”. Muchas de sus experiencias vitales, de las que dejan huella, y valores las ha ido adquiriendo aquí. Sus inquietudes y descubrimientos los ha hecho con sus amigos de YMCA, con quienes aprendió a relacionarse y socializar. “Le debo a la asociación ser como soy hoy”. Aquí encontró amistades y a su actual pareja y “si quitara todo eso de mi vida, ciertamente quedaría bastante más vacía de cómo la siento ahora”.