«6 de cada 10 jóvenes consideran la violencia de género un problema social muy grave”.
Cuando se trata de abordar las situaciones de acoso y violencia de género que atraviesan los y las jóvenes, se trata de trabajar para visibilizar unas realidades que se han normalizado en las relaciones sociales y se han naturalizado en las conductas de género.
Desde YMCA realizamos un programa de Empoderamiento de la población juvenil para la detección y reducción de la violencia de género, en especial la violencia psicológica de control financiado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Hoy revisamos el último Barómetro de Juventud y Género 2019 sobre violencia y acoso del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), que pone el foco en estas problemáticas ofreciendo la visión de los y las propias jóvenes.
Vamos a centrarnos en la parte del estudio que habla sobre las percepciones de la juventud en cuanto a la violencia en la pareja. En este Barómetro se analizan las posturas de hombres y mujeres tanto en el papel de víctima como de agresor/a.
Según este estudio, casi 6 de cada 10 jóvenes reconoce haber vivido situaciones de violencia en la pareja y un 35% reconoce haber ejercido algún tipo de violencia en el seno de la misma.
Las situaciones más mencionadas por las víctimas son con diferencia: Revisarme el móvil (15,5%) y Controlar todo lo que hago (14,3%).
Y, aunque en menor proporción, pero cercanas al 10%, se mencionan cuestiones como: Decirme con quién puedo o no hablar (11,9%), Tratar de que no vea a mis amigos/as (11,1%), Insistir en tener una relación sexual cuando no quería (10,9%), Insultarme o humillarme (10%), Controlar dónde estoy permanentemente (10,5%), Amenazar vía RRSS (9,9%) o Decirme que no valgo nada (9%).
En cuanto al papel de hombres y mujeres jóvenes que reconocen haber ejercido violencia en la pareja, la mayoría declara no haberlo hecho (58%). La conducta más extendida es, con gran diferencia, Revisar el móvil de su pareja (13,2%), acto que suscriben más ellas que ellos.
El resto tiene un porcentaje minoritario, pero algunas son muy significativas por su importancia y orientación a episodios de control: “decir con quien puede o no hablar” (6,1%), “insultar o humillar” (4,2%), “romper alguna cosa” (4,1%) y “controlar todo lo que hace” (4,1%). La violencia física, “pegar”, está presente en el 3% de los casos y la sexual en el 3,8%.
En cualquier caso, el estudio plantea que hay un alto porcentaje de respuesta de No sabe/No contesta, mayoritariamente en los hombres, debido seguramente a la elevada exposición personal que implica declararse agresor o agresora.
Por tanto, el estudio concluye que ser mujer es un factor diferencial en cuanto a violencia de control, ya que las mujeres declaran más episodios de violencia que los hombres en lo relacionado con el control de la pareja, la humillación y la violencia sexual. Aunque también son las que tienen mayor concienciación e identificación de las situaciones que se engloban en la violencia de género.
Es ahora cuando nos gustaría destacar que una de las conclusiones de todo el estudio (violencia y acoso) enfatiza que 6 de cada 10 jóvenes consideran que la violencia de género es un problema social muy grave, y 4 de cada 10 señalan “la falta de educación” como el principal factor que influye en la misma.
