La igualdad de género es el único Objetivo de Desarrollo Sostenible que no se cumple en ningún país del mundo
En el Día Internacional de la Mujer, personas de todos los países y lugares del mundo, hombres y mujeres, se unen para luchar por la igualdad de oportunidades y recordar su importancia. Este año, Naciones Unidas llama la atención sobre la brecha existente en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 (Igualdad de género), al ser el único objetivo que no se cumple en ningún país del mundo. Este año pone en foco en dos temas cruciales y universales: la capacidad de innovación de las mujeres y las pérdidas globales que supone la discriminación de la mujer en puestos directivos; y la violencia de género, única violencia presente en todos los países de nuestro mundo. Sobre esta última realidad, la UE y NN.UU. han impulsado una nueva campaña de sensibilización llamada «Spotlight initiative» (resaltar la iniciativa) para llamar la atención sobre el problema. «La violencia es lo único que no discrimina entre mujeres de los distintos continentes. Todas la sufren» dice el argumentario de campaña.
El pasado año 2018, se celebró la primera movilización internacional de mujeres convocada por organizaciones feministas y aliadas de la lucha por los derechos de las mujeres de todo el mundo ,como continuación al paro internacional de 2017, en el que participaron mujeres de más de 200 ciudades y 50 países. Este año 2019 continúa este llamamiento global alentado por Naciones Unidas ante las cifras de desigualdad y discriminación de nuestro mundo. Hoy, 750 millones de niñas y jóvenes menores de 18 años son forzadas a contraer matrimonio, 1 de cada 10 mujeres en el mundo fue forzada a relaciones sexuales no deseadas en el último año, solo el 13% de la tierra agroexplotable está a nombre de mujeres y no representan más del 23% de los asientos parlamentarios de los gobiernos del mundo pese a ser mayoría poblacional.
España sigue teniendo mucho que avanzar en ese camino de la igualdad de género: la violencia machista (140.000 denuncias por malos tratos en 2018), la brecha salarial (las mujeres ganan un 22,3% menos que los hombres), y la carga doméstica (las mujeres dedican 2,5 horas más a los cuidados y tareas) son algunas de las desigualdades que conviven aún en nuestro país. El colectivo más afectado es la juventud, principal víctima y agresor en la violencia de género y los delitos de odio, grupo de edad más afectado por las dificultades de acceso al empleo (la tasa de desempleo entre las jóvenes es del 19% mientras que entre los jóvenes es del 15%) y con más dificultades de emancipación de la historia.
La educación es esencial para la transformación social.
En YMCA sabemos que, aunque la juventud está siendo protagonista de las malas noticias, tiene también el mismo protagonismo y poder para decidir cambiar la sociedad en la que viven. Creemos en la educación como el camino a esa transformación social que tanto ansiamos todos y todas.
Para conseguirlo, trabajamos para educar a los niños y niñas a través de valores que promuevan la igualdad de género, fomentamos la participación social de las mujeres en todos los niveles y ofrecemos formación para que puedan tener las mismas posibilidades de acceder al mundo laboral que los hombres. Así mismo, trabajamos con los y las jóvenes para empoderarlos, desarrollando con ellos un liderazgo positivo, basado en la igualdad y el respeto, con actitudes activas de promoción de la igualdad y el respeto y prevención de la violencia y la injusticia. El mundo puede cambiar en una sola generación, solo es necesario que los y las jóvenes lo hagan posible. Mañana, día 8 de marzo, nuestra voz estará con ellas, con los retos, luchas y esfuerzos de las mujeres del mundo.
