Más de 580 voluntarios ya forman parte de nuestra asociación, todo un ejemplo de auténtica solidaridad
Existen muchas razones por las que cada uno decide dedicar un tiempo de su vida a ayudar a los demás, pero si hay algo en común es el compromiso y la motivación desinteresada que nos hace ser más tolerantes y más sensibles a los problemas de los demás.
Ser voluntario es entregar tu tiempo, compartir lo que sabes y lo que eres con los demás desde el convencimiento de que es posible transformar la realidad y mejorarla. Pero es una ayuda que va en dos direcciones, ser voluntario te cambia la vida, te cambia la forma de ver las cosas, te hace feliz.
El voluntariado te permite comprender mejor la realidad que viven muchas personas que están cerca de ti, en tu misma ciudad e incluso en tu mismo barrio. Te permite desarrollar la sensibilidad social y la responsabilidad. Te diviertes y mejora tu estado de ánimo. Participar en acciones de voluntariado te conecta con gente nueva y potencia tus habilidades sociales. Aprendes a valorarte y a escuchar, a empatizar con la vida del otro, a romper prejuicios y barreras, a conocerte mejor y comprender al otro.
Ser voluntario es tener una visión más positiva del mundo en el que vivimos porque has visto lo que es posible lograr, has luchado por ello y lo seguirás haciendo siempre.
¿Necesitas más razones para animar a tus amigos o familiares a unirse?
Queremos terminar compartiendo con vosotros dos testimonios. El primero, el de Jesús Fernández, un joven de Madrid que forma parte del Itinerario de Desarrollo Juvenil y que participa como voluntario en el centro de Getafe desde hace un año. Podéis leer su entrevista en la Revista semanal de la Plataforma Estatal de Voluntariado. El segundo, el de María, una joven participante del campamento de YMCA Camp Priego, que nos lo cuenta en el siguiente vídeo:
