La juventud importa.
YMCA Europa, YWCA Europea, la WOSM, la WAGGGS y la Fundación Premio Duque de Edimburgo están enviando un mensaje a las Instituciones Europeas para abogar en nombre de todos los y las jóvenes sobre cómo la crisis de la CoVid-19 impactará en sus vidas.
Nuestro mensaje a las Instituciones Europeas
Estamos viviendo en tiempos extraordinarios: nunca antes nos habíamos enfrentado a una pandemia mundial en este mundo globalizado. Hemos visto como en un mundo conectado las enfermedades se transmiten rápido, así como sus consecuencias.
Muchos expertos predicen que esta emergencia sanitaria se traducirá en una dura crisis económica de la que no escapará ningún país. Apoyar los servicios juveniles ya fue un recorte en la última crisis económica con consecuencias desastrosas para el futuro de nuestros y nuestras jóvenes; consecuencias que aún están experimentando hoy en día. Estos recortes han afectado a muchos servicios juveniles, algunos de ellos partían de las organizaciones juveniles. Como su sostenibilidad se vio obstaculizada, los y las jóvenes también han sido privados de apoyo crucial para su desarrollo personal, así como de oportunidades para el aprendizaje no formal y la ciudadanía activa.
El impacto de estos recortes es claro en toda la juventud de Europa; su educación, búsqueda de empleo, inclusión social, salud física y mental están siendo perjudicadas. En cualquier caso, ya estén en primera línea de la pandemia o haciendo malabares con el teletrabajo y el colegio en casa. Las mujeres jóvenes en particular se enfrentan a una carga extra con el incremento de la violencia contra la mujer, las responsabilidades de cuidado de los niños, familiares y enfermos y tienen un riesgo mayor de pérdida del empleo durante estos tiempos. Los efectos de las cargas diarias que llevan las mujeres jóvenes se ven aumentadas por esta crisis, al igual que las de otros grupos que están estructuralmente más desfavorecidos.
Debemos aprender de los errores del pasado: consideramos a la Unión Europea como nuestro camino hacia el futuro, la luz guía para permanecer juntos y trabajar de manera coherente en estos tiempos difíciles. Esta vez, no dejemos atrás a nuestra juventud.
Instamos a la Unión Europea a recordar a sus miembros que este no es un tiempo para dejar de invertir en nuestra juventud, su educación, su salud y sus capacidades. Cuando llegue el momento de recortar nuestros presupuestos nacionales, y mientras se negocia el próximo marco financiero plurianual, la Unión Europea debe asegurar que las futuras generaciones no se están sacrificando otra vez en el altar de la austeridad: nos gustaría ver apoyo y pautas para dirigir a los gobiernos nacionales hacia la solidaridad e inversión intergeneracionales.
Además, nos gustaría pedir a las instituciones europeas que lideren con el ejemplo e inviertan en la juventud empezando por sus propios programas como Youth Guaranteen, y que mantengan su promesa de triplicar los Erasmus+.
La juventud está marcando la diferencia. La juventud importa.