En YMCA coordinamos esfuerzos para hacer posible que los niños y niñas crezcan en un mundo de convivencia pacífica, que supere todo brote de racismo e injusticia social.
El desarrollo y la paz son elementos interdependientes y necesarios para el bienestar de cada persona. «Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible pactados por los estados miembro de las Naciones Unidas, son nuestra visión compartida de la humanidad y un contrato social entre los líderes del mundo y las personas”, declaró el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, con motivo de la conmemoriación del día.
En YMCA coordinamos esfuerzos para hacer posible que los niños y niñas crezcan en un mundo de convivencia pacífica, que supere todo brote de racismo e injusticia social. Trabajamos para apoyar y promover su educación, el intercambio de experiencias positivas de resolución de conflictos y diálogo. Los niños, niñas y jóvenes no solo son protagonistas de nuestra sociedad futura sino que, en la actualidad, juegan un importante papel en la prevención y erradicación de la violencia escolar y doméstica. Por ello, en el Día Internacional de la Paz, renovamos nuestro compromiso con dos prácticas que deben ser imprescindibles en nuestras ciudades: la solidaridad y la tolerancia.
En 1946 John Raleigh Mott, presidente de la Alianza Mundial de YMCA, recibió el Premio Nobel de la Paz por su labor con los refugiados de guerra, reconocimiento a su actuación humanitaria durante las dos Guerras Mundiales. Todo un ejemplo e inspiración para los que formamos parte del movimiento, especialmente en estos días en que los líderes mundiales debaten sobre la que se considera una de las peores crisis humanitarias de la historia, con más de 65 millones de personas desplazadas de su hogar a causa de la violencia, la guerra o conflictos armados.