Llevamos 15 años desarrollando programas de empleo en Salamanca.
Desde el pasado 13 de enero, 34 personas que tuvieron que abandonar sus países porque su vida estaba amenazada, han llegado a Salamanca de la mano de YMCA en el marco del programa de Protección Internacional que desarrolla la entidad en colaboración con el Ministerio de Inclusión Social, Seguridad Social y Migraciones. Estos nuevos vecinos y vecinas, entre ellos 8 mujeres, 7 hombres y 19 niños y adolescentes, vivirán en la residencia Dehon y en los pisos habilitados para este fin.
El programa de Protección internacional cuenta con 80 plazas para acoger al menos a 160 solicitantes o beneficiarios/as de protección internacional. Esta programa incluye un proyecto de Empleo, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, a través del cual se crean itinerarios individualizados e integrados de inserción que contemplan las siguientes acciones: preformación, información, orientación, apoyo para el acceso a formación y la diversificación profesional, prácticas no laborales en empresas, intermediación laboral y acompañamiento social, que incrementen su nivel de empleabilidad.
Llevamos 15 años desarrollando en Salamanca programas de orientación profesional y acceso al empleo. “Contar con un trabajo es mucho más que un salario que te permite cubrir tus necesidades básicas. Tener un empleo significa seguridad, autoestima, desarrollo personal y relaciones sociales. Esto es imprescindible para la buena integración de cualquier persona en la sociedad y para la convivencia de todos”, asegura Vera Villarroya, directora del área de empleo y formación de la entidad.
En el centro que tenemos en la calle Bolívar, empezaron la pasada semana estos talleres específicos para personas solicitantes o beneficiarias de protección internacional. Aunque muchas de ellas al inicio no cuentan todavía con un permiso de trabajo, se les apoya en la futura búsqueda de empleo a través de las TICs, conocimiento de los tipos de ofertas de empleo que hay en Salamanca, la legislación laboral, las opciones de autoempleo y la relación con los organismos estatales y autonómicos del ámbito laboral.
Tras esta primera fase de acogida, se desarrollarán itinerarios profesionales individualizados para que aprovechen su formación anterior y sus capacidades de cara a encontrar empleo.
Además, se les ofrece ayuda para certificar los oficios que han ejercido en sus países de origen. Este paso es vital porque normalmente no pueden reconocer sus titulaciones previas. Si se diera el caso, el programa contempla formarles para que obtengan el título de la ESO.
“Acogemos a personas que vienen de países y contextos muy diferentes: Colombia, Honduras, Ucrania, Perú o Chile. La acogida de personas que han tenido que dejar todo atrás para salvar su vida, es una obligación moral además de legal. Pero también supone una oportunidad para todos y todas de enriquecer nuestra ciudad con su participación, su talento y experiencia. Queremos ofrecerles la oportunidad de retomar su vida allí donde se quedó cuando dejaron atrás sus casas” – Gonzalo Grande Martín, director de YMCA en Salamanca.
En el marco del proyecto, se llevarán a cabo talleres específicos para que las mujeres puedan incorporarse en condiciones de igualdad al mundo laboral. Entre las 34 personas acogidas, hay siete familias con las que se fomentará la corresponsabilidad en el cuidado de los menores.
Está previsto que el plan de empleo dure entre 18 y 24 meses, alcanzando los 30 meses en casos de especial vulnerabilidad. Finalmente, desde YMCA intermediaremos con las empresas de la provincia para para favorecer la inserción laboral y hacer un seguimiento de cada incorporación para que sea buena, tanto para la persona que empieza a trabajar como para la empresa.