Los países de la Unión Europea necesitan crecer juntos en derechos sociales para poder ofrecer a sus ciudadanos una mejora en su bienestar.
Durante la reunión, los ministros tratratán de buscar caminos que mejoren nuestra calidad de vida y nos permitan desarrollarnos como personas con autonomía, igualdad y libertad. Poder acceder a los bienes necesarios para disfrutar de una vida digna, tener un empleo y salario dignos, disponer de una vivienda, una sanidad y una educación de calidad, son algunos de los derechos sociales que todos deberíamos tener, independientemente de nuestra situación económica y nuestro lugar de procedencia.
La Unión Europea continua trabajando intensamente para prevenir la pobreza infantil, reforzar la garantía de la juventud y garantizar los derechos sociales básicos de todas las personas, especialmente de los menores, apoyándoles en su educación y en su transición al mundo laboral.