Un poderoso medio transmisor de valores
Históricamente, YMCA ha estado siempre muy ligada a la actividad deportiva, habiendo incluso inventado alguno de los deportes más famosos de todos los tiempos como el baloncesto. También hemos hablado muchas veces de los beneficios que aporta la práctica deportiva para el desarrollo de habilidades y aprendizajes sociales, así como de relaciones humanas para los niños, niñas y jóvenes.
Pero, además, practicar un deporte es una experiencia modeladora del carácter además de un poderoso medio transmisor de valores. Y ¿qué tipo de valores podemos transmitir a través del deporte?
AUTOESTIMA:
El deporte nos ayuda a conocer nuestro cuerpo y a reconocer nuestras posibilidades y limitaciones. Esto ayuda positivamente al autoconocimiento y a la creación y afianzamiento de la personalidad. Nos da seguridad en nosotros mismos, así como humildad para aceptar nuestros errores.
DEPORTIVIDAD:
Aprender a ayudar tanto al compañero como al contrincante, obedecer las reglas y al entrenador, saber felicitar al otro por su buen trabajo, no hacer malos gestos al árbitro o no venirse abajo por la derrota… Todos estos momentos, gestionados con deportividad, nos ayudan también a entender y saber actuar en situaciones de la vida que requieren de este valor.
RESPETO:
Es el valor que une y conecta todos los demás entre sí. El compañerismo, la comunicación, la convivencia, deportividad, justicia, paciencia, tolerancia… todos están unidos por el respeto al compañero, al contrincante o a uno mismo.
RESPONSABILIDAD:
La que nos hace poner cuidado y atención en lo que hacemos y decidimos. A medida que van creciendo y van teniendo referentes, desarrollan este valor. Asumir los compromisos contraídos de asistir a los entrenamientos, ser puntuales, cuidar el material y la ropa… Saber qué debo hacer, porqué y cómo hacerlo es gracias a la práctica sistematizada facilitada por el entrenador y reforzada por el equipo y los padres.
TRABAJO EN EQUIPO:
Saber colaborar con otros en beneficio del grupo para conseguir un objetivo es un valor que no que no sólo es útil en el entrenamiento o el campo de juego. Para la vida y el futuro laboral de los jóvenes, saber coordinarse con otros, ayudarse y apoyarse, será una habilidad tan necesaria como cualquier otra.
VOLUNTAD:
Suele olvidarse, pero es de los más importantes, ya que no podemos asimilar ninguno de los anteriores sin tener la voluntad de aprenderlos. La voluntad en lo que pensamos, decimos y hacemos es clave para la adquisición de valores, ya que tener una actitud positiva y proactiva, ayuda a aceptar y aprender los diferentes valores.
Por último, pero no por ello menos importante, el valor más grande que se transmite a través del deporte es la
AMISTAD:
Muchas de las primeras relaciones sociales están ligadas al deporte, a nuestros compañeros de equipo. Son muchas las horas que pasamos juntos entrenando y nos conocemos. A veces basta una mirada o gesto para intuir qué le pasa a alguien o qué quiere decir. Tanto dentro como fuera del campo somos capaces de alegrarnos por nuestra victoria juntos o de darnos una palmadita cuando no lo hemos hecho tan bien, pero le pusimos las mismas ganas. Estas amistades, en las duras y en las maduras, serán para toda la vida.