La desigualdad de género también afecta a la brecha digital.
Un total de 160 mujeres, con un nivel bajo de destrezas digitales, han aprendido sobre el manejo de smartphones, correo electrónico, descarga y manejo de aplicaciones, seguridad en la red, trámites administrativos y redes sociales.
Tras la situación generada por la pandemia de la Covid-19, las competencias digitales se han vuelto en una herramienta imprescindible de nuestra vida cotidiana y relaciones sociales. En este tiempo la digitalización se ha implantado en muchas instituciones y las personas que no disponen de recursos materiales o conocimientos en la materia, se han visto aisladas y excluidas.
Esta situación se ha visto todavía más acentuada en el género femenino, donde la desigualdad se ha hecho eco, siendo mayor el número de mujeres en riesgo de exclusión digital. Por este motivo nace el programa ‘CONECTADAS: formación para la reducción de la brecha digital de género’, en el que desde el pasado marzo se han impartido acciones formativas en Valladolid y Salamanca.
A través de una metodología práctica en pequeños grupos, nuestras participantes han ido adquiriendo numerosas nuevas habilidades tecnológicas, así como han mejorado su autoestima y autonomía.
Todas las mujeres que han pasado por el programa coinciden en que ha sido una experiencia muy completa y satisfactoria. Y, en el caso de Inmaculada G., participante de ‘Conectadas’, asegura que le ha ayudado mucho a sentirse más cómoda y segura de si misma a la hora de manejar el móvil. Además, también reconoce que tener a alguien que te explique paso a paso cómo utilizar “estas tecnologías siempre cambiantes” es de una gran ayuda.
Por su parte, Irene y Perla, técnicas del programa, resaltan la sororidad y el empoderamiento que se conforma en las formaciones y el gran impacto positivo que ha obtenido este programa.
Esta iniciativa está financiada por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), en el marco del Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia (MRR).