Hemos compartido este día no solo con los menores, también con los voluntarios y trabajadores de YMCA.
Con el motivo del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora el 25 de noviembre, el equipo de educadoras creó un espacio morado en nuestra sede de Madrid en memoria de las víctimas mortales por violencia de género. En él, los chicos y chicas desde los 10 a los 17 años han podido visualizar los nombres y las edades de estas mujeres colocadas en sillas vacías representando la ausencia de estas.
Además, por las paredes del aula colocaron diferentes mitos de la violencia machista y el amor romántico, así como datos estadísticos de las muertes directas de esta violencia y las muertes de hijos e hijas y familiares vinculados con las víctimas.
A los más pequeños, de 6 a 9 años, se les han presentado diferentes cortos y cuentos sobre violencia de género: “¿Hay algo más aburrido que ser una princesa de rosa?”, “Cuando las niñas vuelan alto” y “Lalo, el príncipe rosa”. Tras la visualización de los cortos y la representación gráfica de las víctimas, se ha reflexionado sobre este tema, desmontando los mitos y estereotipos en torno a la violencia para apostar por la responsabilidad social.
Gracias a esta actividad, se han cumplido los objetivos de información y visualización sobre la problemática de la violencia contra las mujeres y las niñas, así como ha ayudado a desmontar mitos y estereotipos entorno a esta. Los jóvenes del programa de empoderamiento juvenil para la prevención de la violencia de género han participado de la actividad dinamizando y sensibilizando a los más pequeños, tratando de generar una nueva cultura de la igualdad y la no violencia que transforme la siguiente generación. Este programa se desarrolla gracias a la financiación y colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad con cargo a los fondos del IRPF.
Los chicos y chicas han sido conscientes de la existencia de esta violencia específica contra las mujeres en muchos ámbitos y de formas muy variadas. Han aprendido sobre el derecho a decir NO sin sentirse culpables y sobre la existencia de un teléfono de emergencia específico para denunciar: el 016.