«¿Por qué debería estudiar para un futuro que no existirá?».
Greta Thunberg, una adolescente sueca de 16 años, ha inspirado al mundo entero a actuar sentándose cada viernes frente al Parlamento de Estocolmo desde el pasado agosto. Su objetivo es claro: se debe colocar al cambio climático en primera línea política.
De manera silenciosa, pero de forma imparable, el movimiento Youth For Climate avanza por todo el mundo. Sus movilizaciones pacifistas y sentadas contrastan con la crudeza de sus mensajes y voces. “Lo que no hagamos ahora, mi generación no podrá salvarlo en el futuro”, afirma Greta.
Las sentadas de esta adolescente sueca fueron replicadas en Bruselas por Anuna (17 años) y Kyra (19 años) el 10 de enero y cada jueves desde entonces. A la primera manifestación acudieron 3.000 personas, logrando reunir a más de 35.000 en la última.
Los y las jóvenes están saliendo semana tras semana a las calles a defender lo que los científicos llevan décadas afirmando: la necesidad de un cambio que haga más sostenible nuestra vida para este planeta. Greta, además, tuvo la oportunidad de participar en el Consejo Económico y Social de la Unión Europea, junto a sus compañeras, donde afeó la actitud de los políticos que allí se encontraban.
Dijo que los políticos saben que la crisis del clima es “una pelea que no puede ganar” y están deseando hablar de otras cuestiones, “porque saben que no han hecho sus deberes”. “Nosotros sí los hemos hecho, háganlos ustedes y escuchen a los científicos”, les instaba Greta durante su intervención en el Consejo.
El movimiento juvenil global pone el foco en que estamos a 10 años y 9 meses de llegar a un punto de no retorno. Para 2030 debería haber una reducción mínima del 80% de las emisiones si queremos evitar una crisis climática catastrófica. “Necesitamos cooperar y trabajar juntos para compartir los recursos del planeta de una manera justa” y, sin embargo, nuestras emisiones no solo no están reduciéndose, sino que aumentan cada día.
Los políticos a los que este mensaje de la juventud incomoda, desvían el tema resaltando la falta de asistencia a clases que provocan las sentadas y manifestaciones estudiantiles. La respuesta de los y las jóvenes es clara: “¿por qué debería estudiar para un futuro que no existirá?” contestaba Greta a estos argumentos, “la crisis climática ya ha sido resuelta. Tenemos las soluciones, pero hay que despertar y cambiar”.
Los líderes internacionales de este movimiento juvenil por el cambio climático han hecho un llamamiento mundial a una huelga escolar global el próximo 15 de marzo. En España, hay varias organizaciones como Fridays 4 future o Jóvenes por el clima que ya han organizado sus propias acciones en Barcelona, Girona o Madrid replicando las europeas.
El objetivo es que los estudiantes españoles se puedan sumar a la huelga internacional del 15 de marzo. Por el momento, han convocado una sentada frente al Congreso de los Diputados el próximo viernes 1 de marzo, con la intención de repetirla cada viernes.
La juventud lo tiene claro, si queremos tener un futuro debemos actuar ya. El cambio no puede esperar.