Campamentos: por qué los niños los necesitan ahora más que nunca

¿Cómo preparamos a nuestros hijos para el futuro?

El cambio es parte de la vida y está muchas veces relacionado con sobrevivir y puede enriquecer la vida en sentidos inesperados. La infancia es, en esencia, un tiempo de profundos cambios y desarrollos. Es emocionante e inquietante al mismo tiempo. Cuando se trata de nuestros hijos, debemos asegurarnos de que el cambio se aproveche para mejorar.

La elevada tasa de obesidad infantil, la poca o nula vivencia de vecindario que tienen ahora las familias y el mantener a los niños en casa, ha hecho que nos olvidemos de nuestros cuerpos, centrándonos en el cerebro. Admitámoslo, nuestros niños no son tan saludables como la generación anterior.

Añadimos a esto el hecho de que nuestros hijos e hijas pueden heredar todos los desafíos económicos, sociales y medioambientales que hemos creado nosotros y el legado que les vamos a dejar a los niños, niñas y jóvenes empieza a parecer sombrío.

Entonces, ¿cómo preparamos a nuestros hijos con las habilidades y, más importante, las competencias que necesitarán para hacer frente a los cambios en nuestro mundo?

Podríamos empezar con una experiencia de campamento positiva. Una experiencia de campamento de calidad proporciona a nuestros hijos la oportunidad de aprender poderosas lecciones sobre la comunidad, el desarrollo del carácter, el desarrollo de habilidades y la vida saludable- en un entorno significativo, comprometido y participativo.

  • Un campamento promueve la comunidad: crea un gran espacio que enseña a los niños cómo convivir y cuidarse los unos a los otros. Hay normas y negociación de límites, hay reglas. El campamento es un sitio donde los niños pueden “practicar” cómo crecer “entrenando” sus músculos sociales, físicos, emocionales y cognitivos fuera del contexto de su familia.
  • Un campamento enseña el pensamiento crítico: necesitamos recordar la importancia de estar activamente involucrado en el proceso de aprendizaje y un campamento permite esto. Vamos a necesitar solucionadores de problemas realmente fuertes durante el próximo siglo. Necesitamos la ciencia, las matemáticas y la biología, pero sin la capacidad de relacionarnos, conectar, empatizar o inspirar innovación, ¿cómo podrán nuestros hijos ser capaces de marcar la diferencia en los desafíos que estamos enfrentando ahora?
  • La experiencia del campamento abarca el entorno natural: los niños tienen cada vez menos oportunidades de estar al aire libre, pero un campamento se desarrolla en este ambiente. A medida que nos volvemos más conscientes de la necesidad de salvar el planeta, nos damos cuenta también de que el ambiente necesita ser experimentado para ser apreciado. Los niños necesitan coger renacuajos en el río, corretear entre los árboles y sentir el sol en la cara para comprender la importancia de estas cosas.
  • Un campamento crea futuro líderes: la experiencia del campamento ofrece a los niños una mirada de cerca al liderazgo compasivo a través del director de campamento, los monitores, los cocineros y el resto del personal del campamento. Además, los niños tienen montones de oportunidades para practicar ser un líder por ellos mismos- el líder de la fogata, el líder de la mesa del comedor, el capitán del equipo…y la lista sigue y sigue.
  • Un campamento da una oportunidad igualitaria de cambiarte la vida: aborda las necesidades universales de la infancia, que no son específicas para una raza, etnia o clase social en particular. Nadie se queda fuera, todo tiene que ver con el desarrollo de la infancia y juventud.
  • Un campamento tiene un impacto duradero: uno de los mejores regalos que puedes dar a un niño es la sensación de éxito. El campamento enseña a los niños a cómo ser participantes activos, hacer preguntas, pedir ayuda y probar cosas nuevas. Ellos regresan a casa entendiendo que está bien si a veces te sientes incómodo, porque es lo que pasa normalmente cuando estás preparado para aprender algo. La experiencia de un campamento se “traduce en el mundo real” en una actitud de Yo puedo.

Necesitamos defender a nuestros jóvenes. Debemos promover oportunidades para los niños, darles posibilidad de experimentar un campamento que sirva como antídoto para los desafíos del mundo.

Solemos pensar que un campamento parece solo diversión y no es importante, pero la diversión es el “trabajo” de un joven: aprender, crecer, ser productivo, creativo y feliz. Si no hacen este trabajo, no se convertirán en adultos sanos. Un campamento no es solo una serie de actividades para divertirse. Enseñan lecciones para la vida y desarrollan competencias.

Ahora, más que nunca, los niños necesitan los campamentos. Visita las páginas de nuestros campamentos y averigua cómo puede cambiar la vida de un niño vivir un campamento.

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